Imagina esto: es un caluroso día de verano y estás de camino a tus vacaciones soñadas. De repente, tu coche se detiene en medio de la nada. Llamas a tu seguro, nervioso y esperando una solución rápida. Minutos después, una grúa aparece y el conductor te asegura que está allí para ayudarte. Sin embargo, tras montar tu coche en la grúa, te pide dinero en efectivo por el servicio. ¿Qué está pasando?
Estás a punto de “picar” en la trampa de las grúas «oportunistas». Estas grúas se adelantan a la oficial enviada por tu aseguradora de asistencia, haciéndose pasar la grúa que estás esperando, pero ofreciendo el mismo servicio a un precio mucho más alto y pidiendo el pago por adelantado. Aunque cumplen con llevar tu coche a un taller desconocido, podrías encontrarte con que tu aseguradora posteriormente no se hace cargo del coste, ya que no tiene convenio con esa grúa ni con ese taller en cuestión.
Evita que esto te pase:
Verifica la información: Cuando solicites asistencia, pide a tu aseguradora todos los detalles posibles sobre la grúa que vendrá a ayudarte, incluyendo matrícula y nombre del conductor, así como del taller donde llevarán el coche.
Desconfía de pagos en efectivo: Las grúas oficiales de tu seguro nunca te pedirán dinero. Si alguien lo hace, es una señal de alerta.
Confía en tu intuición: Si algo no parece correcto, pregunta y verifica. Es mejor tomarse unos minutos extra para asegurarse de que todo está en orden.
Recuerda llevar siempre en el móvil el número de Asistencia en Viaje de tu vehículo, y ante la duda de que sea la grúa correcta, llama de nuevo.
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